Menudo comienzo de ronda tuvo el norteamericano este viernes, pues fue capaz de lograr un cinco bajo par en los ocho primeros hoyos que le abrieron de par en par las puertas de la zona caliente del Valero Texas Open. Y mucha parte de culpa de este resultado lo tuvo este enorme eagle en el par 4 del hoyo 17, una bandera -la segunda más fácil de todo el día- que le permitió llevar a cabo un chip casi rutinario desde 60 yardas -al menos, esa es la impresión que daba- que se acabó colando en el fondo del agujero.