Ha sonado la alerta para los golfistas españoles. Bridgestone, esta semana, y US PGA, la próxima, serán claves para sellar el equipo Ryder Cup. Lo advirtió José Mari Olazábal, el capitán, una quincena atrás. Actualmente, solo Sergio García tiene plaza asegurada y, si su concurso no es bueno en los difíciles Firestone CC (Ohio) y ‘links’ de Kiawah Island (Carolina S.) el capitán del equipo europeo no contaría con compatriotas clasificados de oficio y tendría que plantearse repescar a alguno por la vía de sus dos invitaciones, el lunes 27 de agosto tras el Jhonnie Walker de Gleneagles (Escocia).
La situación comienza a ser comprometida para Olazábal, quien además pretende que la figura de Seve Ballesteros esté presente “de alguna manera” en el ambiente de equipo y eso sería más acentuado con golfistas que glosen el espíritu de nuestro mejor jugador de la historia.
El último capitán que no dispuso de compatriotas en su equipo fue el alemán Bernhard Langer, en 2004, quien tampoco pudo repescarlos como invitados de manera particular. Hay, pues, precedentes no muy lejanos.
No obstante y sobre el papel, la situación se presenta favorable para Sergio García, aunque falló el corte en su último torneo, el Open Británico disputado en Royal Lytham St.Annes.
El castellonense, que es un jugador que se exprime al máximo en Ryder Cup, debe, al menos, llegar al ‘top-20’ en Akron y pasar el corte del US PGA.
Gonzalo Fernández-Castaño también estará en los dos torneos, como Rafa Cabrera y Álvaro Quirós. Para los tres serán dos semanas decisivas, pues deben remontar puestos en el criterio más favorable para sus intereses, que es la lista europea de la Ryder Cup.
Pablo Larrazábal, asimismo, disputará el último Grande del año y ahí disparará su cartucho definitivo.
En cuanto a Miguel Ángel Jiménez, su futuro Ryder Cup podría estar ligado a una de las plazas como vicecapitán que aún no han sido reveladas, pero que probablemente se harán públicas nada más terminar el US PGA (12 de agosto).
Olazábal apurará su último mes y decisivo con un ojo puesto en los españoles, y eso es una ‘alerta para la Roja’.