Se quedó a las puertas, pero dos bogeys en las dos últimas banderas acabaron tirando por tierra el magnífico trabajo que completó Jon Rahm (70 golpes, +4) en las 16 banderas precedentes. El vizcaíno, que llevó a cabo una primera jornada que lo dejaba en una situación muy difícil para poder acceder al fin de semana, lo peleó desde los primeros compases, pero no fue suficiente. Y ni siquiera el ímpetu con el que salió el viernes al Quail Hollow Club -y que le facilitó la tarea de anotarse dos birdies tempranos en las cuatro primeras banderas- ejerció de atenuante de su tortuoso debut en el Wells Fargo.
Sobre todo porque erró en los momentos más inoportunos. La primera vez que se enfrentó al fallo este viernes fue en el 5, cuando acabó anotándose un bogey después de marrar un putt de apenas metro y medio para par. Lo compensó con creces, eso sí, en el primer par 5 del día -el del hoyo 7-, de donde sacó el eagle. Pero un nuevo fallo en el green de apenas un metro le privó de anotarse el birdie apenas una bandera después y, para colmo, le acabó pesando en el hecho de que el 9 lo sellara con el segundo bogey de la ronda.
Sólo llevaba la primera parte del recorrido completada y el español se podía haber aventurado ya dentro del corte virtual de la prueba. Un hecho que invitaba al optimismo, sobre todo al conseguir un nuevo acierto en el 10. Ni siquiera el error del 12 le causó efecto, pues volvió a sellar un acierto en el 14 que lo volvía a meter en territorio de +2, lo que significaba salir a tiro el sábado. Y entonces el putter, ese mismo que le había lastrado desde que empezó el torneo, volvió a hacer acto de presencia para dejarlo sin posibilidad de reacción. Dos putts marrados de forma consecutiva desde dos y metro y medio pusieron punto final a una actuación que tratará de olvidar lo antes posible.
Tampoco pasará a los anales de la historia la realizada por Rafa Cabrera Bello (73 golpes, +5), que vuelve a perder un corte en el PGA Tour -el tercero en los cuatro últimos eventos- y su concurso la próxima temporada en Estados Unidos comienza a tomar tintes heroicos. El grancanario, con una vuelta con cuatro bogeys y dos birdies, se situó en +5 para despedirse a las primeras de cambio de un torneo que comandan Matt Wallace (67 golpes, -6), Gary Woodland (69 golpes, -6) y Patrick Rodgers (68 golpes, -6), quienes nos ofrecerán este sábado una emocionante jornada del movimiento.