Ríos y ríos de tinta se han escrito tras la reciente victoria de Phil Mickelson en el Ocean Course de Kiawah Island. Un triunfo que llegó después de una extraordinaria semana de juego por parte del zurdo de San Diego y que ha obligado a abrir debates que parecían cerrados definitivamente: ¿Podría Lefty luchar en el próximo US Open para lograr el tan ansiado Grand Slam? ¿Verían los capitanes del Team USA, tanto de la Presidents como de la Ryder Cup, con buenos ojos su inclusión en los roster de sendas competiciones?
Parece que todavía es muy pronto para contestar a estas preguntas, pero el propio Mickelson es consciente de que ha llegado el momento de debatir si, a sus 50 años -cumplirá 51 en apenas unas semanas-, está en la tesitura de despedirse definitivamente como jugador de estas pruebas internacionales. Todo apuntaba en esa dirección después de quedar fuera de la Presidents Cup de 2019 tras formar parte indisoluble del Team USA en las últimas 24 ocasiones de manera consecutiva. Sin embargo, su actuación en el pasado US PGA podría darle esperanzas. Eso sí, él es muy consciente de la situación en la que se encuentra.
“Siendo sincero, si yo fuera capitán no querría tener en el equipo a un golfista que sólo ha jugado bien una semana en todo el año”, comentó Lefty este mismo miércoles en la previa del Charles Schwab Challenge, donde será una de las grandes atracciones junto a Justin Thomas. “Está claro que jugué muy bien la semana pasada, pero eso no debería de garantizar ningún lugar de ninguna de las maneras. Eso sí, sé que al menos me he ganado la oportunidad de que, si soy constante en mi juego en los próximos tres meses, pueda estar en condiciones de aportar algo al equipo”, señaló el americano.
No obstante, el propio Lefty conoce la situación y sabe de la gran hornada que se avecina para el país de las barras y estrellas, algo que no quiere interrumpir. “Tenemos un buen grupo de jugadores jóvenes y talentosos. Yo, por suerte o por desgracia, llevo jugando 25 años y puede que sea el momento de apartarme a un lado y dejar que ellos tomen el testigo. Todo dependerá de los próximos meses, porque si me veo bien y el capitán Stricker lo considera oportuno estaré encantado de ayudar en lo que pueda en Whistling Straits”, sentenció.