Tenía muy clara la Armada cuál debía ser la hoja de ruta en este Charles Schwab Challenge si quería tener unas mínimas posibilidades de éxito sobre la hierba del magnífico Colonial CC. Y una vez más ha sido Sergio García (63 golpes, -7) el encargado de llevar el plan a la práctica con una impresionante actuación que lo ha trasladado a lo más alto de la tabla, igualado con un Jordan Spieth (63 golpes, -7) que sigue dando motivos más que de sobra para creer que puede volver a recuperar la línea de juego que ya demostró hace unos cuantos años.
Pero quedémonos con el castellonense que, después de no haber podido pasar el corte en el US PGA por sexta ocasión consecutiva, llegaba a Fort Worth tocado en su orgullo. Fue por esto que el deportista de Borriol comenzó mandando desde las primeras horas gracias a un buen birdie en el 1. Un acierto que le dio la confianza que necesitaba y le permitió encarar con garantías el resto del día. Eso sí, lo cierto es que no lo tuvo nada fácil después. Sergio no encontraba el camino para dejarse oportunidades de seguir restándole golpes al campo y lo más que conseguía era anotarse un par tras otro.
Pero esto se acabó en el par 3 del 8, donde un tiro medido desde el tee le dejó la segunda “gran oportunidad” del día tras la del 1. Un putt desde algo más de tres metros que el deportista de Borriol no pasó por alto para anotarse el acierto en la tarjeta. Esto le llenó de moral y sólo unos minutos después volvía a la carga con otra ocasión desde unos cuatro metros que tampoco marró. En esos momentos, Sergio acababa de terminar sus nueve primeros hoyos con -3, muy cerca de los diez primeros lugares. Pero ni por esas aminoró la marcha.
Y es que el español completó una racha impresionante con un birdie en el 10 gracias a un putt desde siete metros y, por si fuera poco, un eagle tras una sacada de bunker portentosa desde casi los 20 –un impacto que se convirtió en el Golpe del Día-. El podio ya lo tenía y ahora lo único que quedaba era darle caza a Spieth. Y el momento llegó en el 15 con un putt de unos dos metros. Una genial actuación que contrasta con la de Rafa Cabrera (73 golpes, +3), que vuelve a quedarse a las puertas de la eliminación después de entregar una tarjeta con seis bogeys y tres birdies.