A estas alturas, pocas personas aficionadas al deporte en general desconocen lo ocurrido con Jon Rahm en el pasado Memorial Tournament. Una acción de completo infortunio que tiró por la borda, quizá, una de sus semanas más completas en un evento del PGA Tour. El León de Barrika lideraba con solvencia, se gustaba e iba encaminado a destrozar el récord de golpes del torneo a 72 hoyos. Sin embargo, todo cambió tras la disputa del 18 del sábado con el encuentro que tuvo con un miembro de la organización, que le comunicó que debía retirarse por haber dado positivo por COVID-19 en la última prueba a la que se había sometido esa misma mañana.
En ese momento la noticia empezó a correr como la pólvora entre los medios, los aficionados y, sobre todo, sus compañeros de profesión, que se solidarizaron con el vizcaíno ante una tesitura que, aunque sabíamos que en algún momento podía pasar -el azar es siempre muy caprichoso-, no concebíamos que le fuese a ocurrir a uno de los tres españoles que disputan regularmente el circuito. Fueron muchos los que lamentaron lo ocurrido, como Cantlay y Morikawa -quienes, a la postre, jugarían el PlayOff por el título-, y en las últimas horas se ha unido a las palabras de ánimo la leyenda Jack Nicklaus, maestro de ceremonias del torneo.
“He hablado con Jay Monahan, quien ha estado más en contacto con Jon en las últimas horas, y me ha confirmado que lo ha encajado muy bien. Lo llevó todo con mucha clase y es algo que llena de orgullo a la gira. Ha entendido que tenemos reglas y, aunque no son las que le hubieran gustado, hay que acatarlas”, destacó el ganador de 18 Majors, que le quiso hacer un guiño al español con sus últimas declaraciones.
“No sé de qué manera podríamos hacer para enviarle las tres cuartas partes del trofeo, pero me gustaría la idea. Lo vivido a la salida del 18 fue un trago para todos. Creo que en mi vida profesional no he visto nunca un acontecimiento que haya podido afectar tanto a un jugador y, sin embargo, lo ha llevado con elegancia”, sentenció.