Es complicado dejarla más cerca del agujero en un disparo tan lejano. Matthew Wolff, en su paso por el hoyo 16, golpeó desde 175 yardas para dejarla apenas a sólo unos pocos centímetros de lo que hubiese sido su primer eagle del día -posteriormente consiguió otro en el 17-. Un auténtico golpazo que le sirvió para colocarse desde los primeros instantes en el vagón de cabeza del campeonato y, por qué no decirlo, para que la organización lo nominara a Golpe del Día. ¡Tremendo!