Nos las prometíamos muy felices con la gran jornada de jueves que realizaron los nuestros en el Irish Open, pero finalmente sólo serán tres los españoles que avancen al fin de semana del evento que se está disputando por primera vez en este siglo en el Mount Juliet. Eso sí, dos de ellos llegan a los 36 hoyos finales con la moral por las nubes y buscarán pelear por un triunfo del que no se encuentran muy alejados viendo las sensaciones y la tabla clasificatoria.
Se trata de Adrián Otaegui (66 golpes, -9) y de Adri Arnaus (69 golpes, -8), quienes se han colocado a rebufo del podio del campeonato gracias a sendas vueltas por debajo de los 70 impactos. Espectacular fue sin duda la realizada por el guipuzcoano que, a pesar del bogey en la primera bandera del día, se rehízo a las mil maravillas con tesón y mucha dosis de acierto. Así, Otaegui acumuló hasta cuatro aciertos en la primera parte del recorrido a los que sumó dos birdies, un eagle y un bogey en los nueve últimos para alcanzar el -9.
Un resultado con el que avanza a la quinta plaza y se sitúa a dos golpes de un podio que integran el escocés Grant Forrest (67 golpes, -11), el inglés Andy Sullivan (66 golpes, -11) y que continúa liderando el oceánico Lucas Herbert (67 golpes, -13). En el caso del barcelonés, una cartulina con siete aciertos y dos solitarios bogeys le ha abierto la puerta del Top 9, un lugar destacado si quiere seguir aspirando a conseguir su primera victoria en el European Tour.
Los acompañará el fin de semana otro barcelonés como Pablo Larrazábal (72 golpes, -3), quien se coló in extremis después de alcanzar el tres bajo par con una tarjeta con tres birdies, un bogey y un doblebogey. No pueden decir lo mismo Alejandro Cañizares (70 golpes, -1) y Jorge Campillo (71 golpes, -1), que se quedaron con la miel en los labios después de ganarle la partida al complejo irlandés pero no ser suficiente para alcanzar el corte -algo que sí que ha logrado finalmente el ídolo local Rory McIlroy (67 golpes, -5)-.