A muchos les debió sorprender la decisión que tomó Hank Lebioda el pasado viernes tras la disputa de la segunda jornada del 3M Open. El estadounidense, que acababa de anotarse la segunda ronda consecutiva en 69 golpes, desapareció del evento sin dar explicación alguna cuando se encontraba muy cerca de las diez primeras plazas. Es por esto que el jugador de 27 años utilizó hace unas horas sus redes sociales para explicar la razón de su sorprendente retirada. Y lo cierto es que estaba más que justificada.
Tras sus segundos 18 hoyos sobre la hierba del TPC Twin Cities, el joven jugador americano recibió una llamada de su madre en la que le informaba del preocupante estado de salud de su padre, quien había ingresado en la UCI con sepsis, insuficiencia renal y COVID. Una combinación que estuvo muy cerca de acabar con su vida, tal y como reconoció en Twitter el propio golfista. “Afortunadamente, cuando a mi padre le bajó la tensión y le fallaron los riñones, estaban en urgencias. Había entrado en un shock séptico y, sobre el papel, debería haber muerto”.
“A lo largo de la semana estuve hablando con mi madre y nadie me contó nada de lo que estaba sucediendo. Escuchar todo esto en el parking de un campo de golf lo hizo todo muy difícil. En ese momento, llamé a mi mujer y le pedí que me sacara un billete para el primer vuelo que saliera hacia Florida”, señaló el actual número 165 del mundo. Por suerte, parece que su padre está mejorando con el paso de los días.
“Por suerte, mi padre se va a poner bien. Su recuperación está siendo lenta, pero a medida que vaya saliendo del shock séptico y recuperando las funciones de sus órganos, confío en que el hombre al que más he admirado en toda mi vida vuelva a ser como lo recuerdo. Tardará un poco, pero todos estamos agradecidos de poder pasar todo este tiempo con él”, sentenció.
Update regarding my WD from the @3MOpen @PGATOUR pic.twitter.com/kzvhCYKFnj
— Hank Lebioda (@hank_lebioda) July 27, 2021