Desde los llamados ‘Games of the III Olympiad’ celebrados en San Luis en 1904 hasta los que se celebren en Río 2016 habrán transcurrido casi 112 años, más de un siglo sin que el deporte del golf haya tenido presencia en la aventura más importante para un deportista, los Juegos Olímpicos.
Terminados los juegos de Londres y con una reseca olímpica que acaba de comenzar somos muchos los que ya hemos puesto el reloj en marcha y la cuenta atrás para Río 2016.
Bolt, Phelps, Farah, Pistorius, el nuevo ‘Dream Team’, … y las diecisiete medallas conseguidas por nuestros deportistas han sido para los españoles los auténticos protagonistas durante esas dos semanas de entre los más de 10.000 deportistas de 204 países diferentes que tomaron parte en ellos.
Dentro de cuatro años habrá que sumar los nombres de Rory McIlroy, Matteo Manassero, Rickie Fowler, Jason Day, Adam Scott, Keegan Bradley, …, posiblemente los de Lee Westwood, Luke Donald, Bubba Watson, …, y quién sabe si, por su edad y su posición en el ranking, los de Tiger Woods, Sergio García o Phil Mickelson, entre otros.
Nadie duda, o eso pienso, de que el golf atrae a muchísima más gente que la inmensa mayoría de los deportes que tienen cabida en el programa olímpico, baste mirar ciertos eventos golfísiticos para darse cuenta de ello y no solo hablamos de la Ryder Cup cada dos años. Los cuatro ‘grandes’, los torneos de las series mundiales, muchos de los torneos que se disputan cada semana en el PGA Tour y algunos de los eventos del Circuito Europeo con especial mención al Abierto Irlandés llenan los campos de jueves a domingo, algo que por desgracia no ocurre con la práctica totalidad de los deportes en los que hemos obtenido medalla.
En cualquier caso son muchas las cosas que hay que definir todavía en este deporte para Rio. En las últimas semanas se ha hablado mucho y especulado sobre cuál será la formula de juego, y aunque en principio es la clásica de stroke play (habitual de cada semana en los circuitos) ya se han alzado voces para que sea otra la modalidad que distinga una cita que tan solo se da cada cuatro años.
También habrá que considerar que jugadores van a tomar parte en ellos, en principio parece ser que serán los mejores por ranking sin tener decidido hasta que puesto. Lo que si se tendrá en cuenta es que a partir de donde se produzca ese corte el país que tenga a dos jugadores entre ellos no podrá meter a nadie más por lo que habrá muchos y grandes golfistas que se quedarán fuera de la competición.
Lo que no podemos desaprovechar es esa oportunidad que nos da el más bello escaparate del deporte mundial que son los JUEGOS OLÍMPICOS, un escaparate que nos debe de servir para quitarnos definitivamente ese estigma de que el golf es un deporte que no llega a toda la sociedad, algo incierto desde hace ya bastantes años.
¿Se imaginan a Rafa Cabrera-Bello, Azahara Muñoz, Pablo Larrazábal, Carlota Ciganda o a alguno de los jóvenes españoles que tienen un futuro por delante como Adrián Otaegui, Agus Domingo, Jorge Campillo, …, o cualquiera de los grandes amateurs que para esa fecha ya serán profesionales con una medalla olímpica colgada en su cuello?… tenemos cuatro años para empezar soñar con ello.