Jon Rahm podría haber hecho una vuelta fantástica este pasado sábado sobre la hierba de su querido Stadium Course si los greenes del complejo californiano se hubiesen mostrado más «complacientes«. Y es que el jugador español se vio privado de algún birdie más si la bola no le hubiera hecho una tremenda corbata en uno. No la hubiese repelido en otro. O si no se le hubiese quedado detrás después de un golpe al que solo le faltó sacarle la lengua al deportista vasco. Lo que motivó de su desesperación. Golpes que podemos ver en estas imágenes del PGA Tour.
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