No cabe duda de que el 16 de Bay Hill es un consuelo para muchos jugadores. Un hoyo en el que Sergio García le restaba cinco golpes en los tres días de juego y en el que Jon Rahm anotaba el único birdie en la jornada del movimiento. El de Barrika jugaba su segundo golpe en ese par 5 a colocar la bola después de que fuera a parar al rough desde el tee. Un tercer golpe con efecto de retroceso y un putt, sí un putt, que iba derecho al hoyo.