La tensión por entrar en la Ryder Cup llega a su clímax. A 18 hoyos del final en Gleneagles (Escocia), último torneo que otorga puntos para formar parte de los diez fijos del equipo europeo, el belga Nicolas Colsaerts aún mantiene vivas sus esperanzas de colocar su foto, la décima y última, en las filas europeas, mientras que el español Rafa Cabrera-Bello pretende un buen resultado que seduzca al capitán, José María Olazábal, y recibir una de sus dos invitaciones.
El torneo tiene tanto color Ryder que el líder es Paul Lawrie, uno de los nueve ya clasificados de manera automática. El veterano escocés comanda la tabla con -12.
Colsaerts es décimotercero, a seis golpes del líder, pero a cinco del segundo clasificado, el francés Romain Wattel, que es el puesto que junto al triunfo daría al belga el último billete para la cita en Chicago frente a los estadounidenses.
En cuanto a Cabrera- Bello, su séptimo puesto, a 5 golpes de Lawrie, le otorgan opciones para conseguir su segundo título del año siempre que firme una vuelta excelente como colofón. El grancanario firmó hoy un buen 69 (-3).
Para abundar en el espíritu Ryder que inunda Gleneagles, el danés Thomas Bjorn, uno de los vicecapitanes de Olazábal, es también séptimo, mientras que el escocés Colin Montgomerie, el último capitán, está completando su mejor torneo en muchos meses y también ocupa este mismo puesto.