«Podría haber ido al búnker del green o corto, pero terminó siendo peor. Tuve suerte con lo que pasó. Pude salvar un bogey, lo que minimizaba el error. Pensé que me iba fuera de límites y ya veía el 7 en mi tarjeta». De esa forma describía Jon Rahm su segundo golpe en el 2 de Muirfield (su undécimo hoyo de juego), un brutal «shank» («socket») que a punto estuvo de arruinarle la vuelta y que en el hoyo siguiente neutralizó con un golpazo marca de la casa, tal y como podemos comprobar en las imágenes.
How do you follow up a shank?
Stick it inside 5 ft on the next. pic.twitter.com/T8zshkjwar
— PGA TOUR (@PGATOUR) June 3, 2022
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