El matrimonio había recibido en abril una millonaria indemnización por las continuas roturas de cristales y daños en la fachada desde el año 2017
A lo largo de los años hemos sido testigos de algunas denuncias sonadas de particulares que, por sorprendentes que puedan parecer, acaban haciendo millonarios a los denunciantes. Normalmente el epicentro de estas historias suele ser Estados Unidos y, para no perder la costumbre, el relato que nos ocupa en esta ocasión también tiene al país de las barras y las estrellas como protagonista. Concretamente, a una pareja de Masachusetts que en abril recibió casi cinco millones de dólares después de presentar una demanda contra el Pond Country Club.
El motivo fueron los daños ocasionados por las bolas de los golfistas que se han aventurado en el complejo desde el 2017, año en el que adquirieron la propiedad. Erik y Athina Tenczar, los demandantes, afirmaron por aquel entonces que más de 650 bolas golpearon la casa, provocando roturas de cristales y daños en el revestimiento de la fachada. Sin embargo, el caso ha sado un giro de 180 grados después de que esta semana la Corte Judicial Suprema de Masachusetts anulara el fallo debido a un “claro error” por parte del órgano judicial que dictó sentencia en aquel momento.
Un fallo que imposibilitó que el jurado fuera partícipe de una pregunta crítica sobre el caso: “¿El hoyo 15 se diseñó de una manera correcta?” Una duda ante la que reflexionó el juez Scott Kafker, quien formó parte de la anulación. “En el Golf, algunos tiros que se desvían fuera de línea son inevitables. Sin embargo, un patrón predecible de disparos desviados que surgen del diseño del campo, no. La forma en que se configura un campo puede evitar este tipo de circunstancias y los clubes deben tenerlo en cuenta”, aseguró.
Así pues, a la pareja no le quedará más remedio que seguir recurriendo, con la esperanza de que poder alegar una irresponsabilidad por parte del complejo.
The Massachusetts Supreme Court has vacated the decision of a jury to award around $5 million to a Kingston couple whose house was peppered by golf balls. They live next to the Indian Pond Country Club and sued the club.
— Carl Stevens (@carlwbz) December 20, 2022
