Parecía que las aguas se habían calmado en los últimos tiempos después de que Rory McIlroy decidiera dejar de ser el azote de la LIV Golf League y de que incluso jugadores como Scottie Scheffler o Jon Rahm manifestaran que el espíritu de la Ryder Cup debía fomentar que los mejores jugadores europeos y americanos se enfrentaran con independencia del lugar de trabajo de estos. Sin embargo, en la previa el Memorial todo ha parecido enturbiarse de nuevo.
Y es que el norirlandés ha dejado claro que para nada comparte las opiniones de los actuales números uno y dos del planeta: “Tengo sentimientos encontrados sobre el equipo europeo y la manera en que se ha tratado todo esto. Pero si tengo que pronunciarme, no creo que ninguno de esos muchachos que decidieron marcharse al LIV deban formar parte del equipo”, señaló el buque insignia del combinado de Luke Donald para la cita en el Marco Simone romano.
Unas palabras que vuelven a poner el foco en la nula relación que Rory mantiene desde hace casi un año con Sergio García, con el que hasta ese momento le unía una gran amistad. De esta manera, además de al castellonense, el deportista de las islas británicas elimina de la ecuación para la cita italiana a Lee Westwood, Paul Casey, Bernd Wiesberger o Ian Poulter, uno de los integrantes del conocido “milagro de Medinah” y un jugador que parece transformarse cuando se enfrenta a esta competición.
Ahora bien, la perspectiva cambia cuando la clasificación de un livver viene dada por méritos propios, como en el caso que ocupa a Brooks Koepka -quien acumula un triunfo y un subcampeonato en los dos Grandes disputados este curso-: “Merece estar en el equipo de Estados Unidos. No sé si hay alguien más que merezca estar en la Ryder por cómo está jugando, pero él lo merece”, sentenció.
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— Buffalo Bills (@BuffaloBills) May 17, 2023