Todos veíamos que marchaba por la línea correcta, pero la idiosincrasia del ser humano provoca que, con el discurrir del tiempo, cuando las sensaciones no van acompañadas de resultados, todo se venga abajo. Es por esto que un triunfo resultaba balsámico para Rickie Fowler. Después de cuatro semanas prácticamente consecutivas en las que el deportista californiano estuvo coqueteando con la victoria, el proclamarse vencedor en el Rocket Mortgage Classic -y, además, de la forma en que lo hizo- le proporcionará un chute de moral que va a redundar en su juego.
“Sabía que, conforme estaba jugando, esto llegaría tarde o temprano”, confesó el jugador de Murrieta en rueda de prensa tras deshacerse de Adam Hadwin y de Collin Morikawa en un fatídico desempate que se decantó en la primera bandera. “Es difícil cuando estás luchando durante tanto tiempo por algo, pero la forma que he mostrado esta semana ha sido la mejor desde hace mucho tiempo”, añadió el seis veces campeón en el PGA Tour, que protagonizó uno de los mejores finales de torneo que se recuerdan.
Con Morikawa esperando en Casa Club con una puntuación de -24, Fowler se enfrentaba a la última bandera con la obligación de lograr un birdie para salir a la muerte súbita. Un acierto que logró tras un espectacular disparo desde el semirough y un posterior putt de apenas un metro. Esto, unido al par de Hadwin, propició un PlayOff a tres bandas que desencadenó en el triunfo de Fowler tras otro golpe para el recuerdo y un putt de unos cuatro metros.
“Estábamos contra la pared. Por fortuna, conseguí conectar bien a la bola y en el desempate me dejé un putt en el que tuve la ayuda de la lectura de Hadwin. En ese momento todo pasó del silencio al bullicio. Todos se volvieron locos a mi alrededor. Estuvo bien sentir que había conseguido quitarme un peso de encima”, sentenció.
A comeback for the ages ?
Inside look @RickieFowler‘s mindset that led him back to the winners circle for the first time since 2019 ??
— PGA TOUR (@PGATOUR) July 3, 2023