Si fueron testigos de emociones fuertes en el pasado Scottish Open, lo que se avecina esta semana en Royal Liverpool hará que no se levanten del sillón durante los cuatro días de torneo. Sobre todo porque, desde que se disputara aquí el último Open en 2014, han sido varios los cambios producidos en el complejo británico. El más llamativo ha sido el que se ha producido en el hoyo 17, donde el otrora par 4 ha dado lugar a un par 3 de apenas 136 yardas conocido como “Little Eye”, cuyo bunker va a ser testigo de multitud de dramas.
Y es que a la derecha del green aparece imponente un enorme bunker que cobrará peaje por la visita. “Eso es la muerte”, llegó a espetarle Adam Scott a su compatriota Cameron Smith en una de las rondas de práctica que disputaron ambos. Y es que este obstáculo está colocado de tal manera que la salida se complica con independencia de por dónde se juegue la bola dadas las caídas que coronan unas inmediaciones de bandera que reciben al jugador en altura.
“Es un hoyo bonito, pero extremo”, confesó el propio Scott a los medios cuando se repuso del shock. “Todo lo demás es bastante sencillo, pero es llegar aquí y viene el drama. Creo que va a ser muy entretenido. Se podrán ver birdies y doblebogeys”, señaló el oceánico. Unas palabras que comparte de principio a fin Jon Rahm. “El viejo par 3 del hoyo 15 era todo lo contrario a este. Era corto y cuesta abajo, a favor del viento y con todo inclinado hacia el centro del green”, comentaba el español a los medios.
“Ahora han hecho algo realmente difícil para los jugadores. Si consigues un buen golpe la puedes llevar al green y tener una clara oportunidad de birdie. Sin embargo, si pierdes el green el bogey está al acecho. Es difícil decir si es justo o injusto, pero lo que sí que es es mucho más difícil que antes”, sentenció.
Short but potentially punishing. Little Eye.
Royal Liverpool’s new 17th Hole. pic.twitter.com/WH6OuPJTSX
— The Open (@TheOpen) July 18, 2023