Jon Rahm tenía cara de pocos amigos tras darse de bruces con un campo que no le regaló lo más mínimo en la segunda jornada del Open de España, algo que no disimuló en su comparecencia a los medios de comunicación tras anotar 72 golpes, un +1 que le deja a ocho golpes de la cabeza. «¿Que estoy a 8? A 8 jugando mal. Esto se puede recortar fácilmente», decía de forma optimista el de Barrika que al igual que Alfredo Gª-Heredia, no quiere agua el fin de semana. «Prefiero que el campo este duro, cuanto más duro esté más me beneficia». Estas fueron sus declaraciones.
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