Con variaciones tanto en los vestuarios como en el salón, estas modificaciones son las de más calado que vive el complejo en cien años
Podría parecer un cambio más, pero lo cierto es que hablar de modificaciones en la cuna del Golf es hacerlo de cosas mayores. Y este lunes la casa club de St. Andrews volvió a abrir sus puertas después de hacer frente a la mayor renovación de su centenaria historia. Una reforma que es algo más que un lavado de cara, puesto que desde 1924 no se había llevado a cabo ningún cambio significativo.
No obstante, cuando los jugadores visiten ahora este lugar se encontrarán con un edificio más grande, con instalaciones nuevas y mejoradas y con cambios en múltiples frentes. Empezando por los vestuarios, que han aumentado su espacio para ofrecer un espacio para las mujeres, y continuando con un salón que cuenta con planos arquitectónicos históricos del edificio, una nueva tienda y una flamante sala de trofeos.
“La renovación de la casa club es la mejora más importante que hemos realizado en el último siglo y nos complace haber realizado estas mejoras conservando su carácter y estética especial”, confesó Martin Slumbers, secretario del The Royal and Ancient Golf Club de St. Andrews. “Ahora, todos los miembros podrán disfrutar del uso de instalaciones nuevas y mejoradas que enriquecerán la experiencia de visitar y jugar al golf en este complejo”, sentenció.
De esta manera, uno de los lugares considerados de culto de nuestro deporte cuenta con una nueva imagen con la que tratar de dotar de otros aires un período que pondrá su colofón cuando The Open vuelva a visitar durante su rotación la hierba del Old Course.
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