Aunque no es la primera vez que vivimos algo así, no por ello es menos sorprendente. Y es que resulta chocante que una jugadora decida poner el punto final a su carrera cuando apenas ha cumplido los veintinueve años. Esta vez le ha llegado el turno a Lexi Thompson, que en vísperas del US Women’s Open que tendrá lugar desde el próximo jueves sobre la hierba del Lancaster Country Club (Pensilvania) ha decidido anunciar que esta temporada será la última en que participe de forma completa en las evoluciones del curso.
Casi tres décadas de vida que le han servido para convertirse en una de las grandes referentes del golf femenino gracias a su poderío en el golpeo y un talento que hacía tiempo que no se veía. Unas cualidades que le valieron para convertirse en la jugadora más joven en conquistar un evento de la LPGA con apenas dieciséis años -el Navistar Classic de 2011– y que obligó al circuito a modificar sus normas para poderle otorgar la membresía completa; y disputar el US Women’s Open con apenas 12 años, en ese momento, la clasificada más joven en la historia del campeonato.
Además, el pasado otoño se convirtió en la séptima mujer en toda la historia en participar en un evento del PGA Tour -el Shriners Children’s Open-. Un hecho del que se mostró muy orgullosa, pues siempre ha primado el hecho de inspirar a las jóvenes jugadoras y trabajar por la visibilización de este deporte en su vertiente femenina.
Así pues, y tras priorizar su salud mental en los últimos años, la deportista estadounidense se despedirá de la acción en unos meses después de una carrera en la que ha logrado hasta la fecha once títulos -incluido el Chevron en el año 2014-, seis participaciones en la Solheim Cup, dos representaciones olímpicas y su nombre como parte indisociable del Top 10 mundial durante la pasada década.
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