Las seis victorias de principio de curso fueron suficientes para catapultar a la golfista americana hacia el premio a la Mejor Jugadora del Año en la LPGA. De hecho, ni siquiera le hizo falta acudir a la mini gira asiática para llevarse un título que ya estaba encarrilado, lo que aprovechó para intentar recuperarse de unas dolencias en el cuello que, según la propia Nelly Korda, llevaban atormentándola desde hacía unos cuantos meses.
Pero eso parece que ha quedado atrás y la número uno del planeta estará esta semana en Florida para la disputa del The ANNIKA driven by Gainbridge, un evento que se postula como la última oportunidad para muchas jugadoras de tratar de conseguir el billete para el CME Group Tour Championship -como es el caso de Carlota Ciganda– o, en el peor de los casos, de intentar agarrarse al tren de la LPGA -tal y como le ocurre a Azahara Muñoz-.
La número uno mundial regresa a la competición tras varias semanas en el dique seco
“Han sido unos meses con muchas molestas”; confesaba la norteamericana en la rueda de prensa previa a su participación sobre la hierba del Pelican Golf Club. “Todo empezó con unas migrañas que sufrí tanto la semana de la Solheim Cup como la siguiente. La única manera de que no me doliera la cabeza era dormir en una habitación oscura. Creo que esto es lo que ha terminado propiciando la lesión en el cuello”; añadía la jugadora de veintiséis años, quien aseguró que volvió a coger los palos hace solo semana y media.
“Después de tanto tiempo en fuera de juego; el gran objetivo de la semana es salir y jugar lo mejor que pueda. Por mí no va a quedar, porque me pienso esforzar al máximo. Siempre tengo en mente ganar, pero soy consciente de dónde vengo y lo único en lo que pienso ahora es en volver a disfrutar en un campo”; sentenció.
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