La espera se ha hecho larga, pero por fin tenemos de vuelta al brillante jugador sueco después de ser intervenido en su rodilla izquierda para reconstruir un menisco dañado. Dos meses en el dique seco desde que compitiera en el PGA Tour Championship, el evento final de la temporada, que le han permitido tomarse un merecido descanso después de un año en el que ha sentado las bases de su presencia en los mejores eventos alrededor del mundo.
“Lo he disfrutado al máximo”, se sinceró el escandinavo en la previa del The RSM Classic, un torneo en el que defiende el título logrado en 2023. “Me operé en Nueva York, así que aproveché las primeras semanas para llevar a cabo la rehabilitación allí. Por fortuna, todavía podía caminar, así que mi novia y yo nos dedicamos a recorrer la ciudad y a actuar como turistas. Fue divertido”, reconoció el deportista del viejo continente en la previa del evento en el Sea Island Golf Club.
El escandinavo será una de las grandes estrellas presentes en el último evento de la temporada de otoño
Un campo que le va a ver volver a la acción desde que jugara por última vez en agosto. Lo hará sin ningún cambio en su swing, tal y como ha reconocido, pues la lesión no le ha afectado en este sentido. Sí que le obligó, en cambio, a hacer modificaciones en la lectura de los greenes, lo que fue el detonante de que decidiera pasar por el quirófano en la semana posterior a su visita al East Lake de Atlanta.
Ahora bien, Aberg no llega al campeonato como un recién recuperado. De hecho, ya ha hecho público que lleva varias semanas trabajando con el gran objetivo de afrontar su asalto a la defensa del RSM: “Me siento al cien por cien. De lo contrario, no estaría aquí. Es más, ahora soy un poco más fuerte que antes”, sentenció.
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