Definitivamente la política no hay quien la entienda. El golfista Barak Obama, candidato demócrata y ‘enganchado’ al golf como casi 30 millones de estadoundienses, se dejó ‘mimar’ por el cantante de rock Bruce Springsteen en Madison (Wisconsin), mientras que su opositor, el republicano Mitt Romney, recurrió al mejor golfista de todos los tiempos, Jack Nicklaus, para compatir con él discurso electoralista en Ohio, uno de los estados clave.
Jack, el ‘Oso Dorado’, es el gran icono de Ohio y nunca un presidente republicano llegó a la Casa Blanca sin imponerse en este determinante enclave.
Resulta curioso, cuando menos, que desde el gabinete de Romney se haya utilizado la afición al golf de Obama como arma arrojadiza de cara a las elecciones presidenciales, pero que llegados a la recta final de campaña sea el propio Romney quien propicie la foto con Nicklaus, el ganador de 18 ‘majors’.
«Simplemente no me gusta la dirección a la que nos dirigimos,» dijo Jack Nicklaus al ‘Times’ de Los Angeles y al ser preguntado por el porqué de su actividad en esta campaña si nunca se había involucrado antes en política.
«No me gusta la brecha que tenemos en el país. Nunca he visto a nuestro país tan dividido y realmente me disgusta», comentó.
Nicklaus también se refirió a su padre y su abuelo. El abuelo de Jack había sido un trabajador del ferrocarril e imploró a su hijo, el padre de Jack, Charlie, que trabajase duro y que luchase por una vida mejor.
Charlie Nicklaus logró ser un farmacéutico de éxito, y su hijo se convirtió en el golfista más grande de todos los tiempos.
«Todos ellos tenían el sueño americano, la capacidad de poder tener sus propios negocios, lo mismo que he hecho yo,» dijo.
«No veo a nuestros hijos o nuestros nietos poder tener esa capacidad por lo que está sucediendo con el Gobierno. Quiero darles esa oportunidad», explicó.
El martes, día 6 de noviembre, el país está llamado a las urnas, y las encuentas revelan una gran igualdad entre ambos candidatos.