Polémica a la vista tras la segunda ronda del torneo de Abu Dabi y los implicados son, ni más ni menos, que los dos mejores golfistas del momento, el norirlandés Rory McIlroy y el estadounidense Tiger Woods.
Rory McIlroy usó para afrontar la segunda ronda en Abu Dabi su viejo ‘putter’ Scotty Cameron, el que le ayudó a convertirse en número uno del mundo, aunque por contrato y como reveló la noche en donde se celebró su puesta de largo con Nike su ‘putt’ era ya el proporcionado por esta marca.
«No tengo nada que decir al respecto del ‘putt’. He venido aquí a jugar lo mejor posible y no a detallar mis contratos», terció McIlroy al ser preguntado por el regreso a su bolsa de su viejo palo, lo que pudiera contravenir el acuerdo que ha suscrito con una de las multinacionales más potentes del mundo y para los próximos diez años.
En cuanto a Tiger, regresará prematuramente a su país tras ser penalizado con dos golpes por un ‘drop’ incorrecto.
Tiger habría dado por empotrada en el terreno su bola lanzada desde el ‘tee’ del hoyo 5, en un arbusto lejos de la calle y del ‘rough’. El jugador se alivió, limpió la bola y la ‘dropó’ con la aquiescencia de su marcador, Martin Kaymer, y sin anotarse penalidad.
Woods acabó el hoyo con ‘bogey’, pero el juez árbitro añadió dos golpes más (triple ‘bogey’) porque a su juicio el golfista contravino la regla 25/2. El estadounidense tendría que haber jugado la bola desde ese lugar, o declararla ‘injugable’.
La regla 22-5 dice: «Bola Empotrada – Una bola empotrada en su propio impacto en el terreno en cualquier área de césped segada a ras en el recorrido, puede ser levantada, limpiada y dropada, sin penalidad, tan cerca como sea posible del punto donde reposaba pero no más cerca del agujero. La bola al droparse debe tocar primero una parte del campo en el recorrido. «Área segada a ras» significa cualquier área del campo, incluidos los caminos en el rough, cuyo césped esté segado a la altura de la calle o inferior».
Por regla del European Tour en sus torneos, las bolas empotradas en el recorrido se pueden dropar, a no ser que caigan en terreno con arena, como era el caso de Tiger.
El nefasto destino de Tiger, de 37 años, lo acabó por certificar el golfista paraguayo Fabrizio Zanotti. Un ‘bogey’ del suramericano en el hoyo 18 habría metido a Tiger en el fin de semana, pero Zanotti anotó un par que, a la vez, facturaba las maletas al jugador californiano.