Poco fueron los jugadores que pudieron aguantar ayer el tipo en el TPC Four Seasons en Irving, Texas, ya que fueron solo ocho jugadores los que pudieron ganarle al campo en un día donde el viento fue el protagonista.
Sergio García hacia 74 golpes en esa tercera jornada, en una tarjeta con cuatro bogeys y ningún birdie, resultado que a simple vista parece malo como lo han sido la mayoría de sus sábados esta temporada.
Pero ni mucho menos es este el caso, el castellonense luchó con bravura, agarrándose al campo con uñas y dientes en un intento de no perder esa ventaja de tres golpes con la que partía al comienzo del día junto a Ryan Palmer. Pero aunque esa ventaja se haya esfumado, García se mantiene arriba, ya que es segundo en este Byron Nelson Championship.
«Fue un día muy duro, pero al mismo tiempo no tengo nada que reprochar a mi ronda. No podría tirar más alto de como lo hice hoy. Así que si miramos esto y que estoy solamente a un golpe de Ryan (Palmer), creo que es bastante positivo», declaraba el español, campeón del torneo en 2004.
Sergio García saldrá esta tarde con todas las opciones al triunfo, con un golpe más que Palmer, pero con uno menos que el indio Arjun Atwal (ayer firmaba la tarjeta del día con 67 golpes) y el japonés Ryuji Imada y con dos menos que el trío estadounidense Gary Woodland, Matt Kuchar y Joe Ogilvie.
El de Castellón podría estar otra vez entre los ganadores, algo que deseamos muchos, podría romper esa mala racha sin victorias, la última fue en octubre de 2008 en la primera edición del Castelló Masters y entraría de nuevo entre los cincuenta mejores del mundo, lugar del que nunca debería de haber salido.
Una victoria esta noche le llevaría a disputar el próximo US Open dentro de tres semanas al meterse en ese Top 50 privilegiado y no rompería una racha de 47 “grandes” seguidos disputados. Aunque eso es lo de menos para el castellonense, “no me voy a poner a llorar si eso sucede”.