José Mari Olazábal se reencontró con su amigo Tiger Woods en Augusta. Ambos se profesan respeto mutúo. El vasco, en la sede de El Parador de El Saler que acoge el Abierto español, dijo sobre Tiger que «está ahora más centrado». Tiger y la esquiadora también estadounidense Lindsey Vonn anunciaron en las redes sociales su noviazgo de manera oficial.
«Siempre dije que iba a volver y que volvería a ganar Grandes, y sigo pensando igual. No me parece que esté al mismo nivel que de 1999 a 2002. Fueron cuatro años en donde fuimos testigos de algo que difícilmente volveremos a ver», dijo el vasco.
«En estos momentos», prosiguió, «el ‘drive’ sigue siendo flojo para Tiger. El resto de juego, ‘chapeau’. Pero ese otro palo lo tiene que mejorar si quiere de alguna manera a ganar Grandes», analizó el jugador donostiarra.
Olazábal, de 47 años y que prepara en El Parador de El Saler una nueva pisada en el Tour europeo, se mostró convencido de que Tiger Woods «no intentó hacer trampas» en el hoyo 15 y en la segunda jornada del Masters de Augusta, que pudo costarle la descalificación al mejor golfista del planeta.
El comité de competición del Masters sancionó al número uno del mundo, finalmente, con dos golpes de sanción por un mal ‘dropaje’, pero Olazábal, dos veces campeón en Augusta, reiteró la conducta involuntaria de Tiger.
«Cuando él (Tiger) dice públicamente que el ‘drop’ lo hizo dos pasos más atrás está claro que no intenta hacer trampas. Simplemente se equivocó. Otras veces cuando nos equivocamos nos cuesta el torneo, esta vez no ha sido así», añadió.