Tras su victoria en la Final del Circuito de Madrid de 2007, Miguel Ángel Duque no había vuelto a subirse al podio madrileño. De hecho, hace poco más de un año tomó la decisión de abandonar la competición y dedicarse a trabajar en una empresa de distribución de material para golfistas. “Había dejado de divertirme y esto, en definitiva, es un juego”, explica ya con el título de campeón en Barberán en las manos.
Lo cierto es que una vez recobrada la ilusión, Duque ha vuelto con ganas de recuperar el tiempo perdido y de eso no cabe duda a juzgar por los resultados de las dos últimas semanas aunque, eso si, parece que las inclemencias meteorológicas persiguen al madrileño a quien le ha tocado sufrir, y mucho, una victoria que por un momento parecía que volvería a quedarse en agua de borrajas. Hay que recordar que hace ahora siete días, la cancelación de la vuelta de El Robledal le privaba del premio después de haber completado el recorrido con cuatro golpes bajo par.
Hoy, a falta de dos hoyos, y con seis golpes de renta, una nueva tormenta obligaba a suspender. Por fortuna, no fue necesario cancelar y Duque, con el mismo resultado, obtuvo por fin su recompensa. “Estas dos semanas he cambiado de putt, he vuelto al ‘escoba’ y parece que está funcionando. Ahora a seguir en esta línea. Creo que todo está saliendo bien y voy a seguir trabajando en esa dirección”, concluye.