«Lo siento mamá», fue la primera frase que pronunció Tiger Woods ante las cámaras de televisión. El número uno no rompió su tradición de vestir de rojo cereza los domingos de torneo, cuando en The Players se celebró el ‘Día de la Madre’ con la mayoría de los jugadores vestidos con colores rosados. El rojo no falló y Tiger conquistó su segundo título del The Players 12 años después -lo ganó por primera vez en 2001-, cuarto de la temporada, 78 de su carrera, en su comparecencia número 300 en el PGA Tour y con dos golpes de ventaja tras una ronda final asombrosa por su desenlace. Es la primera vez en su carrera que obtiene cuatro títulos a estas alturas de la temporada.
Tiger ganó antes en su torneo 100 en el 200 y ahora en el 300. El robot californiano planeaba su primer ‘putt’ en el mítico hoyo 17 de Sawgrass, el par 3 en isla, con 13 abajo mientras Sergio García, también con -13, irrumpía en el ‘tee’ de ese hoyo, el 17, con sensación de plantear batalla en esos dos hoyos restantes a un Tiger que parecía se desfondaba tras un doble bogey en el hoyo 14.
Woods salió del 17 con par. Sergio, en su turno, agarró el ‘piching wedge’, disparó y se quedó corto, cortísimo. La bola se fue al agua directa. Repitió desde el mismo lugar, y la bola de Sergio volvió a caer al lago. Se acabaron ahí las esperanzas del castellonense.
Woods cerró sin sobresaltos en el 18, mientras el sueco David Lingmerth aún tuvo un último putt imposible en el green final.
Tiger Woods salió victorioso de la batalla final, con 13 abajo y dos golpes mejor que el citado Lingmerth, Kevin Streelman y Jeff Maggert, empatados en la segunda plaza con -11.
Sergio García, con su cuádruple ‘bogey’ del 17 y un doble ‘bogey’ más en el hoyo 18 cayó hasta la octava plaza, igualado entre otros con el norirlandés Rory McIlroy.