El segundo torneo del Grand Slam femenino está a punto y la presencia de la española Carlota Ciganda ya no pasa inadvertida en los Estados Unidos. La jugadora navarra regresa a los Estados Unidos con un título (Alemania) y un cochazo bajo el brazo, como líder de la Orden de Mérito europea y con más tablas en los grandes torneos del otro lado del Atlántico: pasó el corte y acabó en el puesto nº66 en el primer de los cinco torneos de Grand Slam, el Kraft Nabisco, y semanas después rozó la victoria en Texas para finalizar en la segunda plaza.
En año y medio, Ciganda ha dominado el panorama del golf femenino en Europa. En su horizonte se vislumbra el Tour americano, aunque por su juventud (23 años) los pasos los dará con tiento. En los Grandes siempre hay un cierto olor a selectividad, o lo que es lo mismo, figurar en el grupo selecto de las mejores golfistas del planeta.
Ciganda, la jugadora vigésimo séptima del ránking mundial a la hora de escribir esta crónica, ya tiene los dos pies en la Solheim Cup de agosto en Colorado, como cabeza de las listas europea y mundial.
Además de Ciganda, de 23 años, la representación española se completa con las súper clase Azahara Muñoz, Beatriz Recari y Belén Mozo.
En 2012 y con 22 años, la china Shanshan Feng hizo historia en este torneo al convertirse en la primera jugadora de la parte continental de China en ganar en el LPGA Tour.
El campo del Locust Hill Country Club acoge este Grande que reparte 2.250.000 dólares