Phil Mickelson fue cazado por las cámaras de televisión cuando recriminaba a un oficial de la USGA, la dureza del hoyo 3, par 3 de 274 yardas, unos 247 metros. «Eso es terrible, 274, ni siquiera podemos llegar a él», el cabreo del zurdo era evidente en la calle del hoyo 4, minutos antes había cometido doblebogey.





