Phil Mickelson tomó hace dos semanas un avión desde San Diego a Edimburgo. Al bajar de la escalerilla y poner pie en tierra escocesa seguro que Phil lo hizo con la izquierda, aunque sea diestro para todo menos para el golf. El chico que se hizo zurdo imitando el ‘swing’ de su padre colocado enfrente se impuso de manera indiscutible en el Open Británico disputado en Muirfield, después de haber ganado una semana antes el Abierto de Escocia en Castle Stuart.
Mickelson logró su primer Open Británico, y el quinto título de Grand Slam, que acompaña en su palmarés a sus tres Masters de Augusta (2004, 2006 y 2010) y el US PGA (2005).
El jugador de San Diego, que la semana pasada se impuso en el Open de Escocia -su primer título individual en el Reino Unido- repitió victoria en Muirfield para acabar con la maldición que perseguía al vencedor del Abierto escocés. Es, además, el segundo zurdo campeón del Open Británico. El neocelandés Bob Charles fue el primero que levantó con la izquierda la Jarra de Clarete, hace 50 años (1963).
Mickelson firmó 66 golpes el domingo (5 abajo), una de las mejores tarjetas del torneo, para sentenciar el título como único jugador bajo el par y con tres golpes menos que el sueco Henrik Stenson y cuatro sobre el australiano Adam Scott y los ingleses Ian Poulter y Lee Westwood, este el líder al comienzo.
Mickelson fue, progresivamente, convirtiéndose en el dignísimo vencedor de un domingo brillante. Se ganó la gloria golpe a golpe. No hubo discusión. En los últimos 6 hoyos, el norteamericano embocó cuatro ‘birdies’ que sentenciaron su lucha frente al australiano Adam Scott y el inglés Lee Westwood. La ametralladora zurda asestó el golpe definitivo en el hoyo 18, con un ‘birdie’ para la historia del golf.
Westwood, el hombre que más torneos de Grand Slam ha disputado sin obtener éxito (62 en total), deberá nuevamente esperar otra oportunidad mejor. Sus 75 golpes estropearon su liderato inicial. Acabó tercero, por detrás del sueco Henrik Stenson que fue el que más se acercó (tres golpes) al campeón y único que ganó a Muirfield con 3 bajo el par.
Ni Tiger Woods pudo sacudirse los golpes tendidos, rectos y cercanos a bandera de Mickelson. A Tiger, el mejor golfista del planeta, no le benefició jugar junto a Scott, el australiano que contrató al que fuera su ‘caddie’ durante años y con el que Woods finiquitó de la peor manera su relación.
Pingback: Mickelson y Beatriz Recari, destacados en julio | OpenGolf.es