En Estados Unidos le dan vueltas todavía a la penalización de Tiger Woods en la segunda ronda del BMW Championship, porque en el partido que emparejó a Sergio García y al californiano y número uno del mundo, el ‘match’ del morbo’, realmente no pasó nada especial. Apretón de manos, pelillos a la mar por aquel cruce de declaraciones, el asunto del pollo frito está olvidado pero, eso sí, Tiger acabó con una excelente ronda de 66 golpes, tres mejor que Sergio (69).
El torneo se adentra en el domingo crucial con García con pie y medio en la final de la semana que viene, reservada para los 30 mejores de la FedEx Cup. El español anotó su tercera ronda bajo par y con 6 abajo es undécimo, que salvo catástrofe le servirá para disputar su cuarta final de la FedEx.
Tiger Woods, en cambio, evolucionó por sus 66 golpes hacia la posibilidad de asestar un golpe a esta serie final, pues se colocó en quinta posición y a tan solo cuatro golpes del líder en solitario y héroe de los 59 golpes, Jim Furyk, quien en esta ronda se quedó en diez más (69).
Los jugadores de vanguardia se han puesto en fila, y todos estadounidenses. Steve Tricker es segundo (-12), Brandt Snedeker, tercero (-11) y Zach Johnson figura por delante de Tiger con -10.
Sergio García, de mantener esta posición, se metería desde el vigésimo segundo puesto a la final del The Tour. El castellonense no habrá cosechado títulos recientemente, pero la regularidad está siendo su bandera en este estresante final de temporada en el PGA Tour.