Tiger Woods se mostró imparable en la segunda jornada de su propio torneo (no oficial del PGA Tour), el Northwestern Mutual World Challenge, tras igualar su propio record de 62 golpes en el Sherwood Country Club.
La vuelta del número uno del mundo rozó la perfección. Diez birdies sin error alguno repartidos por igual en las dos partes del recorrido; los dieciocho greenes cazados en regulación y doce de trece calles cogidas, casi perfecto.
El estadounidense tiró para birdie en todos los hoyos del campo californiano. “Siempre jugué desde lugares cómodos. Para ser sincero, creo que mis hierros fueron lo más destacado del día, ya que en todos los putts que me dejé tuve opción de birdie”, declaró.
Tiger lidera con -11 y dos de ventaja sobre Zach Johnson y tres sobre Matt Kuchar.
Un comentario