Cara de pocos amigos deben de tener los representantes de la USGA cuando lo que se aprecia en el marcador es un -10. Un doble dígito a favor de Martin Kaymer nada habitual transcurridos los primeros 36 hoyos. A estas alturas de torneo el alemán lleva firmados 11 birdies con apenas un solo bogey.
Kaymer lidera con 6 golpes de ventaja sobre el estadounidense Brendon Todd (67) y con siete sobre los también estadounidenses Kevin Na (69) y Brandt Snedeker (68).
Los 130 golpes del alemán echa por tierra varios de los records del US Open, entre ellos el del mejor en la historia del US Open finalizados los primeros 36 hoyos, arrebatándoselo a Rory McIlroy poseedor desde 2011 con 131.
“Excepcional”, dijo Kaymer refiriéndose al 65 del primer día. “Al igual que en THE PLAYERS donde hice -9, no es normal. Así que nadie espere que vuelva a realizar otro 65 en las tres próximas rondas. Estoy seguro que no lo haré», declaraba el jueves el jugador que ya sabe lo que es levantar un Grande.
Por el momento Kaymer no ha cumplido su palabra. La vuelta del viernes quedó libre de bogeys en un Pinehurst que se mostró más receptivo a causa de la tromba de agua que cayó sobre las nueve de la noche del jueves sobre el recorrido de Carolina del Norte.
En cuanto a los españoles Gonzalo Fdez.-Castaño, único español en el turno de mañana, terminó con +12 en el total, +6 en el día, quedó eliminado en este segundo Grande de la temporada al igual que Pablo Larrazábal después de una ronda de 78 golpes para un acumulado de +9 y que Miguel Ángel Jiménez. El malagueño perdía sus opciones de estar el fin de semana en Pinehurst por un solo golpe.
Solo Sergio García se salvó de la debacle española. El de Castellón ocupa el puesto 44º con +4 en el total después de entregar una cartulina con 71 impactos.