No se podía tener mejor comienzo, en la primera semana que los G30 se metieron en la bolsa (driver y maderas de calle) llegaba el primer triunfo para la firma de Arizona con su nueva serie de palos.
Ya lo adelantaba OpenGolf cuando decía el pasado 1 de julio que PING iba a llevar entre 10 y 15 drivers al Greenbrier (uno para cada jugador de la marca en el campo). Uno de esos jugadores era Ángel Cabrera campeón esta semana en el Greenbrier Classic que no dudó en jugar con él a las primera de cambio.
Cabrera rebasó en casi cinco yardas su media de distancia con el drive esta semana pero el momento estelar con ese palo ocurrió en la jornada del sábado cuando lanzó un misil que sobrepasó las 370 yardas (335 metros).
Con los nuevos G30 se gana en distancia y no se pierde ni el control ni la tolerancia en el golpe. “En esta nueva línea hemos demostrado que se puede llegar más lejos y pegar a la bola más alto, al mismo tiempo que aumenta el perdón y el control en el golpe», declaró John A. Solheim, CEO de PING. «Al mismo tiempo que ofrecemos cinco posiciones de loft con el objetivo de avanzar en el fitting personalizado en el driver y las maderas de callle, lo que ayuda a cualquier jugador de golf con cualquier hándicap a mejorar su juego y restar golpes a su tarjeta.”
PING pondrá a la venta sus nuevos G30 a final de este mes de julio estando a disposición de sus clientes en sus distribuidores habituales.