Durante la primera ronda del Bridgestone Invitational Kevin Streelman fue protagonista de una de esas cosas curiosas que de vez en cuando se pueden ver en un campo de golf. Su bola se quedó empotrada en un árbol después de realizar el golpe de salida desde el tee y alcanzar una distancia de 262 metros hecho que llamó la atención de los presentes que no dudaron en tomar las pertinentes imágenes.
Streelman, que por cierto no tuvo un buen día (78 golpes), se dropó con penalidad y se anotó un cinco en este hoyo 3, par 4, del Firestone CC.





