Cuenta el PGA Tour que cuando Billy Horschel era niño, 10 años, soñó que una bola de besibol le golpearía en un ojo… y se hizo realidad. Más tarde siendo universitario, el mismo Horschel, soñó que se casaría con Brittany, su novia de entonces, y… el sueño se cumplió.
Después de soñar a principios de año que iba a levantar el trofeo FedEx, Horschel disparó un 68 (-2) para ganar el Tour Championship con tres golpes de diferencia sobre Rory McIlroy y Jim Furyk reclamando de esa forma la Copa FedEx Cup, sus 10 millones de dólares de bonificación, así como el 1.440.000 de dólares que otorgaba el torneo al campeón.
Nunca antes un jugador había ganado la FedEx comenzando los PlayOffs por debajo del puesto 19º. Horschel lo hizo desde el 69º después de jugar sus doce últimas rondas bajo par.
El estadounidense se proclamó campeón con un acumulado de once bajo par (66-66-69-68) con tres de ventaja sobre Jim Furyk y Rory McIlroy. Furyk cometió bogeys en hoyo 17 y 18 perdiendo todas las opciones, mientras que McIlroy cometería dos graves errores en el 6 y en el 9, aparte de otros dos bogeys en el 10 y el 11 que lo alejaron de la cabeza y de la oportunidad de victoria.
Por su parte Sergio García terminó la temporada en el Circuito americano entregando la mejor cartulina de la jornada (66 golpes), lo que le permitió terminar como Top 9 con la nada despreciable suma de 231.666,67 dólares.