El último y exitoso capitán de Europa en la Ryder Cup, Paul McGinley, aún no ha decidido quién cogerá su testigo para la competición que en 2016 se celebrará en el Hazeltine Golf Club, en Minnesotta (Estados Unidos), aunque ha manifestado que en dos meses se conocerá el nombre.
La valoración personal de McGinley se tendrá muy en cuenta debido al triunfo del equipo continental en la última edición del trofeo frente a EEUU disputado en Gleneagles, aunque también están en el comité de selección ex capitanes como José María Olazábal y Colin Montgomerie, así como personal del European Tour.
“No he tomado totalmente la decisión de a quién voy a recomendar, estamos en comunicaciones todavía, hay más personas involucradas en la toma de esa decisión”. El irlandés asegura que está “recopilando información de todo el mundo” para “obtener un punto de vista realmente sólido”, y que en los próximos sesenta días “vamos a tener un nuevo capitán”.
Uno de los grandes favoritos a ocupar este puesto es Darren Clarke, quien ha participado en cinco ocasiones en la Ryder y ayudó en la dirección del equipo en 2010 como vice-capitán. En su contra juega su tensa relación con McGinley, a quien retiró su apoyo para comandar al conjunto europeo en 2014, sugiriendo que con el dublinés Europa “podría no tener la presencia suficiente” para enfrentarse a Tom Watson, capitán estdounidense.
Sobre el norirlandés y la posibilidad de que capitanee a Europa en 2016, McGinley no quiere opinar sobre ello: “soy leal a todos los candidatos”, es lo único que afirma. La decisión será cuestión de tiempo.