2016 será un año histórico para el golf. Tras más de cien años de ausencia en la cita olímpica –su última aparición data de 1904–, su pictograma tendrá el honor de codearse con los otros cuarenta deportes en la ciudad carioca. Y, además, a tiempo. La Federación Internacional de Golf (IGF) ha disipado los temores sobre un posible retraso y ha confirmado que las obras del campo, situado en la Reserva de Marapendi, estarán finalizadas mucho antes de lo previsto.
“Hay ciertos aspectos que faltan por pulir, algunas cosas de infraestructura sobre todo, pero por lo que respecta al campo de golf, a los elementos de diseño y a la hierba está prácticamente finalizado”, comentó el vicepresidente de la IGF Ty Votaw.
“Durante los últimos 12 meses nuestra prioridad ha sido el campo de golf, y así hemos trabajado para ello”, afirmó Votaw, quien también es vicepresidente ejecutivo del PGA Tour. El directivo norteamericano también valoró la posibilidad de organizar un torneo de prueba para dar a los funcionarios olímpicos la oportunidad de analizar el diseño, así como los problemas logísticos –incluyendo las conexiones de transporte y alojamiento– aunque no facilitó una fecha concreta. “Todo está por determinar. Vamos a esperar entre mes y mes y medio para ver cómo evoluciona la hierba y ya decidiremos las posibilidades de realizar un evento a finales de este año o a comienzos del próximo”.
Sesenta jugadores y otras tantas jugadoras se darán cita el próximo año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, un evento para el que los 15 primeros jugadores del ranking mundial se clasificarán automáticamente, aunque con una condición: no podrá haber más de cuatro golfistas de un mismo país.