Es rara la semana que Tiger Woods no sea noticia. Hace un mes por su retirada prematura en el hoyo 12 de Torrey Pines. Dos semanas después por su ya famoso “volveré cuando mi nivel sea el adecuado”.
¿Y ahora? Pues porque todo el mundo habla de él. En la última edición de “Vamos todos a hablar de Tiger” nos encontramos a Rickie Fowler -que se ofreció a ayudar al golfista californiano para solucionar los problemas por los que estaba pasando- y al cantante Kid Rock, que le tendió la mano a Woods con unos interesantes consejos.
Rickie Fowler es uno de los golfistas más jóvenes en el circuito profesional con 26 años, conocido por su actitud rebelde y por su interesante vida fuera de los campos de golf. Recientemente se mudó a Júpiter (Florida), donde vive Tiger, y en declaraciones esta pasada semana a GolfWeek afirmaba que tenía “esperanzas de jugar con Tiger en el Medalist Golf Club”. “Con un poco de suerte, voy a ser capaz de ponerme al día con él en muchas cosas. Queremos recuperar al mejor Tiger para la competición. No estaríamos en la posición que estamos ahora con los patrocinadores y las personas involucradas en el golf si no fuera por él”, afirmó el joven californiano.
Si bien hay personas como Fowler que ofrecen desinteresadamente ayuda y asesoramiento a Woods, hay también bastante gente que critica su pobre comienzo de temporada. Kid Rock se ha puesto manos a la obra para ofrecer a Tiger algunos consejos para ignorar a estos enemigos. El cantante se desplazó a la casa que el golfista tiene en Florida para hablar con él y aconsejarle que disfrutase de su deporte. “Es un buen chico, aunque tiene un poco del síndrome de Eminem y Axl Rose, a veces piensan que tienen el mundo en contra. Le he dicho que la gente va a hablar tonterías de él, solo tiene que relajarse y disfrutar de su juego”. Un juego del que, esperamos, volver a disfrutar también pronto nosotros.