Ha sido una etapa larga, más de 7.200 millas náuticas recorridas desde Auckland (Nueva Zelanda), a Itajaí (Brasil). Además, ha sido dura, y uno de los equipos, Dongfeng Race Team, se vio obligado a abandonar al romper el mástil. También ha supuesto un reto físico y mental extraordinario, pues prácticamente todos los equipos han pasado por momentos muy duros, lesiones y averías.
Cabo de Hornos nunca se había doblado prácticamente en pelotón, como sucedió en esta ocasión. La llegada también es una muestra de lo apretada que fue la quinta manga: Abu Dhabi Ocean Racing cruzó meta en primer lugar, seguido en este orden por MAPFRE, Team Alvimedica y Team Brunel. Los cuatro finalizaron en el lapso de una hora, y el tercero cruzó 1 minuto y 16 segundos por delante del cuarto. «La llegada ha sido más apretada que la salida entre algunos barcos», reflexionaba el inglés Mark Covell, medallista olímpico (plata) en vela y productor de comunicaciones de Volvo Ocean Race. Team SCA fue el último barco en cruzar la meta, el 7 de abril, tras 21 días en el mar.
Así fueron las tres semanas de aventura de la etapa 5 para la flota.
Navegando la cola del ciclón Pam
El ciclón Pam obligó a los organizadores a retrasar el comienzo de la etapa 5 del domingo 15 de marzo al martes 17.
«Este ciclón ha arrasado con archipiélagos maravillosos por los que acabamos de pasar, al norte de Nueva Zelanda», explicaba el director de Volvo Ocean Race, Knut Frostad, cuando el fenómeno estaba en plena actividad. «No se trata sólo de un sistema meteorológico, estamos hablando de un desastre natural. A mí, como organizador de la regata, ni se me pasa por la cabeza comenzar con un ciclón».
A pesar de los dos días de aplazamiento, cuando la flota salió acabó conectando con los restos del ciclón. El viento era fuerte, pero lo peor lo constituía, sin duda, el estado del mar.
«Tenemos aproximadamente 30 nudos de viento y llevamos 20 o 22 de velocidad», explicaba Matt Knighton, reportero a bordo de Abu Dhabi Ocean Racing, el 19 de marzo. «El barco no para de dar golpes y el ruido de las olas rompiendo en la cubierta es ensordecedor. Es imposible si quiera orinar».
De hecho, y según el doctor de la regata, Pablo Díaz Munio, un tercio de los regatistas estaban ya mareados en ese momento.
Las condiciones acabaron mejorando, y la flota puso rumbo al límite de hielo. Team Alvimedica encabezaba la flota.
Recorriendo el límite de hielo
Una vez superados los restos del ciclón Pam, todos los equipos intentaron encontrar la ruta más corta al límite de hielo.
La organización de la regata estableció esta línea virtual para proteger a la flota del hielo a la deriva en el océano Antártico. Todos debían dejarla a estribor, y debido al rápido desplazamiento hacia el norte de un iceberg de 1 kilómetro de longitud, su localización se modificó hasta cinco veces.
La alcanzaron el 25 de marzo, día en el que pasaron así mismo por Point Nemo, el punto más remoto del planeta, conocido también como Polo de Inaccesibilidad. Dongfeng se puso en cabeza en ese momento, navegando hacia el sur bajando junto a esta zona de exclusión por icebergs.
A continuación tuvo lugar una de las jornadas más extenuantes de la etapa 5, en la que se libró una auténtica batalla de trasluchadas, que tenían lugar aproximadamente cada hora. También tuvieron lugar maniobras imprevistas, como la trasluchadas chinas -pérdidas de control del barco a causa del viento o una ola, que prácticamente lo tumban- que sufrieron tres de los equipos: Team SCA, Dongfeng Race Team y MAPFRE.
El 28 de marzo, todos los barcos navegaban amurados al mismo lado, en dirección a la roca con la que llevaban meses, o años, soñando: Cabo de Hornos.
Doblando Cabo de Hornos
Las condiciones durante la aproximación a la punta sur de América -con permiso del islote Águila- eran idílicas. El viento soplaba del Noroeste con 30 nudos de intensidad, y el mar estaba relativamente plano -olas de entre 2,5 y 3 metros- teniendo en cuenta el lugar en el que se encontraban.
El 30 de marzo, Abu Dhabi Ocean Racing batió el récord IWC de distancia recorrida en 24 horas en la etapa 5, concretamente 550,842 millas náuticas.
Fue un día rápido para unos, y nefasto para otros: Dongfeng Race Team rompió su mástil. El equipo chino puso entonces rumbo a Ushuaia para evaluar los daños.
Más tarde, su patrón Charles Caudrelier anunciaba que se retiraban de la manga, y que trasladarían el barco con la mínima tripulación para su reparación en Itajaí.
Un día más tarde, los cuatro primeros barcos doblaron Cabo de Hornos, con Team Alvimedica en cabeza. El momento fue capturado en vídeo y foto, algo inaudito en la historia de la competición oceánica, que se puede ver en el vídeo adjunto.
Tras romper su vela de proa Fraccional 0 durante la trasluchada china que sufrieron, Team SCA fue quedándose atrás. Además, comenzaron a tener problemas con la electrónica de a bordo. Cuando finalmente pudieron doblar Hornos, el parte meteorológico anunciaba que el Atlántico Sur les depararía terribles condiciones.
Tiempos oficiales de paso de Cabo de Hornos:
Team Alvimedica – 31 de marzo, 1407 UTC
Abu Dhabi Ocean Racing – 31 de marzo, 1422 UTC
Team Brunel – 31 de marzo, 1523 UTC
MAPFRE – 31 de marzo, 1525 UTC
Team SCA – 1 de abril, 1142 UTC
La furia del Atlántico Sur
«Hemos sobrevivido el océano Antártico y Cabo de Hornos para que nos destruya la costa de Suramérica. Nos esperan las 24 horas más difíciles y peligrosas de la etapa, sin duda. Machacándonos a entre 35 y 40 nudos de ceñida, con un mar totalmente impredecible y confuso», explicaba Amory Ross, reportero de Team Alvimedica, una vez en el Atlántico Sur.
Un frente pasó por encima de la flota, liderada por Abu Dhabi Ocean Racing. Los primeros cuatro barcos estaban muy cerca, pero Team Brunel destruía su vela J1.
«Íbamos muy bien, estábamos recuperando terreno. Y ahora rompemos la mejor vela», decía el tripulante del equipo Louis Balcaen.
Team SCA batallaba en la retaguardia con otras condiciones, a 580 millas náuticas del líder.
La aproximación a Brasil
Calmas, rachas, calmas, rachas…El tiempo no facilitó las cosas durante la aproximación a la meta en Itajaí, una ciudad costera a 1000 kilómetros de Rio de Janeiro.
El 5 de abril los primeros cuatro barcos navegaban en un puño, con 5 millas de distancia de primero a cuarto. Sin embargo, Abu Dhabi Ocean Racing consiguió ganar terreno durante la noche previa. Fue suficiente para mantener a MAPFRE, que iba segundo, a raya justo antes de cruzar la meta, al atardecer, entre los vítores de miles de fans.
«Hay una línea muy fina entre saber cuándo poner el barco al límite, y cuándo no», explicaba Simon Fisher, navegante del barco emiratí, nada más cruzar la meta. Ésta fue, y todas las tripulaciones se mostraban de acuerdo, la clave de la etapa: saber encontrar el equilibrio entre velocidad y riesgo para el barco y los hombres.