Reclinado, manos bajo la barbilla, gesto tenso… ¿Ha perdido al póker? Nada más lejos. Sergio García es un afortunado en amores y también en el juego. Así de bien afrontó la ‘cuesta de enero’ el golfista español tras acabar en el puesto número 51 el PokerStar de Isla Paraíso, en Bahamas, el torneo disputado en el lujoso Atlantis Resort & Casino y que reunió a 1.078 competidores.
García firmó la mejor actuación de su corta carrera como jugador de póker y, además, obtuvo un premio en metálico nada despreciable: 35.000 dólares (unos 27.600 euros) tras cuatro días consecutivos en competición.
En los 15 cortes que atravesó García en el PGA Tour de golf de 2011, sólo en uno de ellos, en el Greenbrier Classic, se embolsó una cantidad menor a la conseguida en esta prueba mundial de póker.
La inversión lúdica del golfista castellonense en este torneo de póker salió redonda. García pagó los 10.000 dólares como derechos de inscripción aun a sabiendas de que sólo recibirían premio en metálico los 160 mejores de los 1.078 jugadores inscritos.
El campeón obtuvo un cheque de 2 millones de dólares. García terminó en el puesto número 51. Dos días antes de su eliminación a manos de William Luciano, el golfista castellonense celebró su cumpleaños, el 9 de enero. Sopló las 32 velas junto a su novia, Nicole Horrez, y unos amigos íntimos.
«Para él, estar en este torneo supone una tremenda diversión», comentó sobre Sergio García el profesional de póker y compañero del equipo español Juan Manuel Pastor, en declaraciones que difunde la PCA PokerStars.
Cuando Luciano, su adversario en el tapete, echó el resto Sergio no quería mirar. Enterró su rostro en las manos. Un ‘as’ de trébol y una ‘jota’ de diamante parecían poca cosa para la jugada que Luciano tenía en la mano.
García perdió, pero pocas veces se había divertido tanto. Luciano y el golfista se estrecharon las manos, como ocurre en la vida, como pasa también en el golf.