Domingo, 28 de septiembre de 2014 en el campo de Gleneagles Hotel, Perthshire (Escocia). Último día de Ryder Cup. Décimo partido de la jornada que enfrenta al galés Jamie Donaldson y al norteamericano Keegan Bradley. Europa necesita la victoria para conquistar su tercera Ryder seguida y su octava en las últimas diez ediciones. El marcador reflejaba cuatro arriba para el británico antes de comenzar el par4 del hoyo 15. Después de una gran salida, Donaldson debía buscar green. Y vaya si lo encontró.
Su golpe de 146 yardas se quedó a treinta centímetros del agujero. Al estadounidense no le quedó otra que concederle el golpe. Y entonces se desató el júbilo. Europa se imponía a Estados Unidos por un contundente 16 ½ – 11 ½.
Esta semana, casi ocho meses después de la gesta, Donaldson volvió al lugar de la hazaña. No para jugar, sino para ser homenajeado por aquel golpe que supuso la victoria del equipo entonces capitaneado por el irlandés Paul MacGinley. Pese a sus esfuerzos por repetir el lanzamiento, Donaldson no tuvo la misma suerte que meses atrás. Poco importó que su primer envite se fuera muy a la izquierda o que el segundo, pese a estar más cerca, no consiguiera igualar la proeza. Él ya demostró de lo que era capaz en el momento que tenía que hacerlo. “Al menos, esto demuestra que no fue un golpe de suerte, después de todo”, bromeaba el galés mientras posaba al lado de la placa conmemorativa que se había diseñado para la ocasión.
Con cara de sueño tras sufrir los estragos del jet lag –ha pasado los últimos cuatro meses en Estados Unidos– y con falta de aliento después de perder un vuelo que debía conducirle a Escocia desde Manchester, Donaldson tuvo el honor de colocar la placa “el tiro ganador” en un círculo perfectamente cortado en el césped.
Quién se lo iba a decir. Jamie Donaldson, que ocho años antes había perdido la tarjeta y que tuvo que rascarse el bolsillo para poder disputar el Challenge Tour por América del Sur en 2007. “Fueron tres semanas de torneos. En éstos apenas gané 1200 libras, bastante menos de lo que invertí en viajes”, confesó el golfista. “Jugué bien y perdí dinero. En ese momento pensé en dejarlo. Pero a partir de entonces todo cambió. La suerte me ha sonreído desde 2007, y el tiro ganador no es más que la prolongación de esa fortuna. Solo tuve el privilegio de estar en la posición adecuada, en el momento adecuado”, concluyó.
Intentó repetir el golpe:
@DonaldsonJamie making smoking a wedge right @ the flag look easy since 2014… #1take @RyderCupEurope pic.twitter.com/YhkVMo6fyT
— European Tour Weekly (@ETWeekly) Mayo 13, 2015