El BMW PGA Championship y el Abierto de Irlanda, próximos objetivos del número uno del mundo

¿Quién puede parar a este hombre? El fin de semana fuimos testigos de otra de esas exhibiciones que quedan durante mucho tiempo en la retina de los aficionados. Rory McIlroy destapó el tarro de las esencias en el Quail Hollow Club de Charlotte para adjudicarse de forma incontestable el Wells Fargo Championship.

El norirlandés tuvo un comienzo dubitativo,  firmando en el primer día un bueno pero discreto dos bajo par, a cinco golpes del norteamericano Robert Streb. A partir de aquí fue in crescendo y el viernes añadió a su casillero un -5 para situarse en las posiciones de privilegio.

Pocos presagiaban lo que iba a suceder entonces. El sábado McIlroy dinamitó el torneo con un estratosférico ¡-11! 61 golpes con 11 birdies sin fallo para poner la rúbrica a la mejor tarjeta de su carrera como profesional. De poco sirvió que Webb Simpson se colocara a cuatro golpes de cara a la última jornada. El domingo el golfista europeo manejó las distancias y levantó el trofeo.

Después de su victoria todas las conversaciones giran en torno a su apretada agenda. Y es que el norirlandés pasará las dos próximas semanas jugando en Europa antes de descansar de cara al US Open, segundo Grande del año. El BMW PGA Championship y el Abierto de Irlanda serán las dos últimas pruebas que deberá superar el número uno mundial antes de tomarse un poco de relax: “Voy a tratar de dormir mucho entre hoy  -por ayer- y el jueves, que daré el primer golpe en Wentworth”, respondió a los periodistas sobre la posible fatiga acumulada por tantos viajes.

Después de Irlanda –donde ejercerá de anfitrión– su destino será el Chambers Bay de Washington, que deparará muchas sorpresas durante la disputa del abierto norteamericano. “Jugaré tres rondas de práctica allí. Es un campo que conozco poco, así que conviene hacerse un a él. No mucho tampoco, porque puedo caer en el error de prepararlo demasiado. Prefiero tener mi juego en buena forma y golpear de la forma en que lo haría normalmente”, afirmó.

Lo que sí que está claro es que, estando al nivel del último torneo, este chico puede reventar cualquier campeonato a las primeras de cambio. Y ante eso, poco o nada pueden hacer sus rivales.