Pongan un micro y al otro lado del mismo a Rory McIlroy. La noticia está asegurada. Es rara la ocasión en la que el número uno del mundo no deje algún titular para la reflexión. Los periodistas lo saben, y aprovechan la más mínima oportunidad para ponerle en algún que otro compromiso. Y el golfista británico –que no es de andarse mucho por las ramas– entra al trapo.
El último ejemplo lo tenemos en unas declaraciones a la BBC hace apenas unas horas, en las que afirmaba trabajar a diario para ser uno de los grandes de la historia de este deporte, amén de asegurar que está “muy cerca de llegar al mejor nivel”. Una noticia aterradora para el resto de competidores.
“Me siento más capacitado para ganar torneos que hace unos años”, aseveró el norirlandés. “Estoy dentro de una generación con una gran cantidad de chicos jóvenes que están surgiendo en los últimos tiempos. Yo quiero ser el mejor de entre todos ellos. Deseo ganar muchos más torneos, puedo conseguir muchos más Majors. No quiero ponerme un número porque sería absurdo añadirme más presión, pero sé que puedo lograrlo”, sentenció Rory.
Asimismo, el atleta europeo dejó entrever que, aunque todavía queda un mundo para pensar en la retirada, no cree que ésta se prolongue mucho más allá de los cuarenta años. “Es cierto que la vida profesional de un golfista es más longeva que la de otros deportistas, pero ya llevo ocho años jugando a esto. Creo que 25 años deberían ser suficientes para lograr todo aquello que quiero conseguir. Eso no quita para que lo pueda dejar antes si en algún momento siento que ya no puedo competir o dar lo mejor de mí mismo. Colgaría orgulloso los palos y me pondría a hacer otras cosas”.
El deportista de 26 años también tuvo palabras de agradecimiento para Tiger Woods, al que considera un referente en el juego y la persona que ha llevado al golf a las cotas más altas en las últimas décadas. “Nunca voy a ser capaz de lograr lo que Tiger hizo. Él era un fenómeno. Solo con su presencia atraía a la gente”.
De momento, lo que sí que ha logrado y que Woods nunca podrá tener es el título de Mejor Golfista Europeo del Año –bien, vale que Tiger es norteamericano–, que le fue concedido a McIlroy en la noche del martes por su excelente campaña en 2014. 7 victorias en los últimos doce meses que le avalan como el jugador más en forma del circuito. Cuidado, que este chico está on fire.