Después de ganar dos veces el BMW PGA Championship resultaría difícil imaginar el torneo sin la presencia de Luke Donald, pero podría producirse. El golfista inglés estaría dispuesto a considerar una salida de este prestigioso evento a partir del próximo año si no corta de raíz su caída preocupante en la clasificación mundial –en estos momentos ocupa el puesto número 60–.
Donald llegó a alcanzar el número uno precisamente en Wentworth, tras vencer en 2011 en el playoff a su compatriota Lee Westwood. De esta manera el británico se convirtió en el primer golfista de la historia que encabezaba la lista de ganancias a ambos lados del Atlántico en una misma temporada. Incluso llegó a retener el título un año después. Sin embargo, a partir de aquí todo cambió. Las victorias dejaron de llegar y su presencia en los grandes torneos mundiales comienza, tres años después, a tambalearse.
El lunes, los jugadores integrantes del Top 60 se clasificarán para el Abierto de Estados Unidos. Unas semanas más tarde, solo los 50 mejores serán seleccionados para participar en el British Open del mes de julio. Donald solo se ha perdido una vez estos eventos desde que se convirtió en profesional. Fue en 2005. La causa: una lesión. Es por esto que el británico podría emular a Paul Casey y centrarse en el PGA si no encuentra una solución a esta espiral descendente.
“Si de aquí a un año mi situación en el ránking no ha mejorado me plantearé muy seriamente mi presencia en los torneos europeos”, sentenció Donald. Asimismo, el golfista aprovechó para mandar un recado al European Tour, afirmando que le gustaría ver una reducción de eventos en los que se ha de participar para mantener los privilegios como miembro del circuito del viejo continente.
“En estos momentos son 13 los torneos europeos que tienes que disputar al año para poder seguir siendo miembro. Cuando cumples una edad ya no estás para jugar 30-35 campeonatos en doce meses. A esto hay que sumar que si no estoy en los Major me estoy haciendo un flaco favor a mí mismo. Quiero seguir compitiendo con los mejores”, concluyó.
El golfista de 37 años tiene ante sí una difícil papeleta. Esperemos que la situación dé un giro y podamos seguir disfrutándolo mucho tiempo en los dos lados del charco.