A pesar de un tropiezo final, Søren Kjeldsen llega con dos golpes de ventaja al domingo en el Open de Irlanda. El danés jugó 16 hoyos impecables este sábado en Royal County Down con tres birdies en los 9 primeros y otros tres seguidos del 11 al 13 para terminar con dos bogeys para una vuelta de 67 (-4) y un total de siete bajo par.
Kjeldsen, que acaba de cumplir los 40, va en busca de su primera victoria desde el Open de Andalucía de 2009: «No es que haya jugado mal, ni mucho menos, estos seis años, pero la competencia es muy dura en el circuito, así que estoy encantado de haberme dado esta oportunidad. Hubiera firmado sin dudar un 67 antes de salir. He jugado sensacional durante todo el día, ni siquiera lo hice tan mal en los dos últimos, pero me quedo con los 16 primeros. Ganar mañana supondría muchísimo para mí, pero el torneo está muy abierto. Tengo detrás a grandes jugadores y necesito jugar tan bien como hoy para tener una posibilidad».
Le siguen a dos golpes Maximilian Kieffer y Rafa Cabrera-Bello con -5. Kieffer lleva un torneo de altibajos: después de hacer 67 el jueves y 76 el viernes, ha igualado el récord del campo el sábado, un 65 (-6) con siete birdies y un bogey, que le vuelve a meter en la lucha por su primer título del circuito.
Ha sido la mejor vuelta del torneo en un día frío pero sin lluvia y con un viento más franco, a favor y en contra en lugar de atravesado. Los jugadores han sacado partido a las condiciones algo más fáciles con 15 vueltas por debajo de 70 frente a las 14 de los dos primeros días juntos.
Eso no quiere decir que el campo estuviera fácil, y si no, que se lo pregunten a Rickie Fowler. Después de meter el eagle desde fuera en el 16, el número nueve del mundo terminó con dos ochos y perdió sus opciones.
En cualquier caso, es poco probable que nadie mejore el 65 del alemán, porque el parte del domingo anuncia lluvia con vientos racheados de hasta 64 kilómetros por hora.
Cabrera-Bello terminó satisfecho con otra vuelta bien controlada en la que no ha faltado el espectáculo como en el 16, un par 4 alcanzable donde se puso en green de drive desde 281 yardas (253 metros) y metió el eagle. Así lo cuenta en este vídeo o a través de este enlace. Declaraciones de Cabrera-Bello: