Colin Montgomerie está de vuelta. El jugador senior participará en su primer US Open desde el año 2008. Unos dolores en el pecho producidos durante el último torneo disputado –el Constellation Seniors Players Championship, donde finalizó tercero– no serán suficientes para impedirle al escocés estar en Chambers Bay esta semana. Y es que, en palabras del deportista británico, se siente en “perfectas condiciones” y “con muchas ganas” de poder revivir siete años después una experiencia tan grande como ésta.
Montgomerie comenzó a sentir molestias una vez completó la tercera jornada en el Country Club de Belmont el pasado sábado y se marchó al Hospital General de Massachussetts a la mañana siguiente. Tras someterse a varias pruebas y a una radiografía los médicos dictaminaron que el golfista de 51 años se encontraba en condiciones óptimas para retomar sus últimos 18 hoyos en el campeonato, logrando un tres bajo par que le permitió compartir la tercera posición junto a los estadounidenses Joe Durant y Russ Cochran.
“Pensé que lo más prudente era que me revisaran. Cuando estás solo en una habitación de hotel comienzas a darle vueltas a qué puede ser debido el dolor. Finalmente me hice el ánimo de ir. Los médicos me hicieron muchas pruebas y, aparentemente, estoy bien. Vuelvo a estar preparado para fallar putts de metro y medio”, bromeó el jugador. Y es que la fama de Montgomerie de ser uno de los grandes golfistas de su época que, sin embargo, no consiguió ningún Major, le sigue persiguiendo todavía. Aunque esto está empezando a cambiar desde que dio el salto al circuito senior.
Precisamente fue en el US Open Senior del año pasado donde el británico consiguió la invitación para ser partícipe del estreno de Chambers Bay. El deportista nacido en Glasgow consiguió alzarse con el torneo disputado en el Oak Tree National de Edmond (Oklahoma) para unos meses más tarde hacer lo propio en el Senior PGA Championship, revalidando así el título conseguido un año antes.
Ahora le espera el temido Chambers Bay que, pese a no haber tenido con él especial contacto, ya ha reconocido que puede dársele bien debido a su juego: “Esta es una situación extraña porque me siento que no estoy en desventaja con respecto a los bombarderos del circuito debido a la singularidad del campo. Voy a jugar de la misma manera que puede hacerlo uno de ellos”, reconoció. Además, se mostró confiado por la incapacidad de sus rivales de enfrentarse a un campo así: “He escuchado a mucha gente decir lo difícil que es Chambers Bay. Eso me gusta, porque significa que no están en el estado de ánimo óptimo para hacerlo bien”, sentenció.
El escocés peleará junto a Lee Janzen y Miguel Ángel Jiménez por ser el mejor jugador senior del evento. Sus últimos torneos le dan una confianza extra de la que podría obtener ventaja en el complejo de University Place (Washington). Aunque, de momento, es todo un misterio cómo se portará el campo con ellos.