Hay jugadores que se toman muy mal haber jugado una ronda de golf. Hay quién reacciona tirando sus palos al lago más cercano, otros los tiran a un contenedor de basuras y hay quién va más allá y además de deshacerse de sus palos meten la cabeza en una papelera, por razones que aún no llegamos a entender.
Es el caso de Dave Sayers de 49 años quién se encontraba disputando un torneo benéfico en Wolstanton, Staffordshire. «Estábamos llegando al final del día, con bastantes golpes malos y con algunas cervezas en el cuerpo, cuando dije: ‘voy a tirar estos palos a la papelera’, pero decidí dar un paso más allá y metí la cabeza, luego no pude sacarla».
Las risas de alrededor incluidas las de su familia y los olores inhalados ya se los pueden imaginar.





